martes, 9 de marzo de 2010

Me cambio, me rio y me levanto

Un grande dijo alguna vez “Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos”.
Hubo un tiempo en el que quería educar. Quería estar frente a una clase repleta de chicos, del lado del pizarrón y cambiar el sistema educativo entero. Este tiempo duró seis meses de amor-odio y finalmente, por falta de paciencia y desacuerdos jerárquicos, no funcionó. Hubo otro tiempo, en que quería curar. Quería estar rodeada de libros, estudiando palabras impronunciables y diagnósticos eternos. Este otro tiempo duró dos años y medio de lectura agotadora y de estar vestida de blanco en un quirófano, desmayo tras desmayo con una claustrofobia vocacional de la que escape ni bien pude. Después hubo otro tiempo mas, en el que salí de una clase de teatro y dije “ quiero hacer esto para toda la vida”. Y así estoy hace un año, jugando, actuando, viviendo, conociendo, aprendiendo, actuando, expresando, volando y , por sobre todas las cosas, siendo muy feliz.

Levanto mi taza de café y brindo, entonces, por los cambios constantes que liberan y nos  hacen quienes somos.

3 comentarios:

  1. Sinceramente! Brindo y vuelvo a brindar con lo que sea por hacer cada dia todas y cada una de esas cosas que no hacen mas que (como dice una gran amiga) ALIMENTAR EL ALMA.

    Gracias por plasmar de algun modo aquello que muchos sentimos y no escribimos!

    ResponderEliminar
  2. y será el tiempo de actuar entonces. lo dice tu corazón amiga,y nada es más real que eso.
    brinto también desde el otro lado de la pantalla!

    ResponderEliminar
  3. Cambiar por cambiar no sirve. El cambio tiene que movilizar, sacudir y generar reacción. El cambio sin ningún fín es solo un escape. Brindo por los cambios que luego del caos generan cosmos.

    ResponderEliminar