jueves, 8 de abril de 2010

La historia que pudo ser

En mis épocas de estudiante de Medicina iba a estudiar muy seguido a un barcito en Plaza Armenia. Café con leche o una coca y a leer. Me pasaba horas leyendo, subrayando, memorizando con todas las hojas esparcidas por la mesa. Además de ser un lugar lindo y tranquilo para mis quehaceres estudiantiles, tenía el valor agregado de uno de los  mozos que era muy pero muy atractivo. Contrario a lo que se espera de los mozos de Palermo Soho, era un macho bien argentino, rudo y peladito ( para los entendidos: un Alex Karev argento). Nunca atendía mi mesa; yo me sentaba en el fondo donde había más luz y menos ruido y el atendía las de adelante. Pero no importaba. No me interesaba hablar con el, ya con mirarlo era suficiente. Cuando iba a caminar por el barrio y no tenía la necesidad de parar a tomar algo, chusmeaba por la ventana a ver si estaba. Y, si lo veía, generalmente entraba para tomar una coca rápida, mirarlo, imaginar una vida juntos e irme.
Un día decido juntarme con un ex para charlar después de un tiempo ( tema en el cual no voy a ahondar). Nos encontramos en la esquina del bar y al momento de decidir a donde ir mi inconsciente traicionero nos llevo hasta ahí. Juropordios que no quería ir ahí! Lo menos que quería hacer es que mi mozo me viera con otro. Me di cuenta recién estando en la puerta y ya no podía echarme atrás. Valiente, cruce la puerta del bar, lo miré y enseguida corrí la mirada. En mi película, yo lo estaba traicionando y, lo peor de todo, con un ex. Decidí sentarme de espaldas a el para no mirarlo y para no ver su supuesta mirada de desaprobación y decepción. Tomamos un café cortito, charlamos lo que teníamos que charlar y mi fehaciente ex y yo, nos fuimos.
Claramente, quedé pensando en él. ¿Le habrá llamado la atención de pronto verme con un flaco? ¿ Le habrá llamado la atención verme? ¿ Alguna vez me habrá mirado siquiera? Al día siguiente decidí aventurarme una vez más al bar y hablarle por primera vez. Pero ¿Cómo? ¿Con qué excusa barata iba yo a encararlo a el? ¿Qué le iba a decir?
Insania en la espalda y cara de póker impresa fui hacia el bar y vi que estaba en la caja. Me acerqué, lentamente y con cara de preocupación de actriz de primera línea. Me miró con cara de buena onda, me preguntó cómo estaba y qué me traía por ahí. Le comenté que había estado tomando algo ahí el día anterior y que creía haberme olvidado un libro. Obviamente, ese dato era totalmente falso; él no sabía que yo no traía un libro conmigo y yo sabía perfectamente su ubicación en la biblioteca de casa. Le aclaré sutilmente como si fuera necesario que ese hombre ya no tenía ningún vinculo conmigo, cómo me llamaba y me ofreció volver en un par de días a ver si aparecía.
Dicho y hecho a los dos días, estaba paradita en la puerta del bar como una nena que entra al colegio por primera vez. Estaba nerviosa, me preguntaba si este NN y yo íbamos a mantener una conversación, si íbamos a tomar un café a su salida y si iba a ser el comienzo de una linda historia. Suspiré, entré y me lleve la sorpresa del año. No estaba. No estaban ahí sus ojos claros y su remera negra. Mucho menos su sonrisa sutil. Pregunté por él, mas no por mi libro, y me contaron que había renunciado el día anterior.

Podríamos haber formado una linda pareja.

8 comentarios:

  1. grosa historia. A veces las decisiones mas importantes se postergan para momentos donde ya no hay decision que tomar...

    ResponderEliminar
  2. a veces también se toman solas.

    ResponderEliminar
  3. Tomaba un café con una gran amiga y en el sobrecito del azúcar rezaba una frase: cuando debemos tomar una elección y no la hacemos, eso ya es una elección. No sé si tiene que ver con lo del mozo, pero viene al hilo con "anónimo". (por cierto amigo, dé la cara, que es más divertido y auténtico).
    En cuanto al mozo, fuiste muy valiente, te jugaste, pusiste fichas, avanzaste, hiciste todo lo que una simple comensal puede hacer. Aun así, el destino o la casualidad, los desencontró. Que se le va hacer cariño, a por otro mozo buen mozo!

    ResponderEliminar
  4. sos la mas tierna de todas
    que ese mozo no se entere porque si se lo hace, se incendia!!!!

    ResponderEliminar
  5. Alienigena del Abasto8 de abril de 2010, 21:23

    Me gusta leer lo que escribis ClaradelMar

    ResponderEliminar
  6. ey malasaña, que mala onda! me gusta más el misterio. Por lo menos estamos de acuerdo en cuanto a las decisiones...

    ResponderEliminar
  7. esta vez no pudo ser pero celebro tus agallas!!!

    ResponderEliminar