lunes, 12 de abril de 2010

Cosa de viernes

Llega el viernes y tus amigas y vos dicen, dale vamos a bailar, vamos al boliche, que hace años que no lo pisamos. Dudan varias veces antes de decirlo y muchas más antes de aceptar la propuesta. Pero el espíritu quinceañero las puede y decís, si somos jóvenes, bonitas y esbeltas, estamos en la plenitud de la edad. Dale,hagamos un “pre” y después al boliche. Juguemos al yo nunca, alguien tiene cartas? Ceden todas juntas, hacen el pacto y deciden enfrentar el desafío y pasar una noche “ como las de antes”.

Primero se juntan todas en la casa de alguna, tantean el ambiente, las pilas y , si las ganas y la emoción siguen en pie, encaran a lo de algún masculino como parada previa al boliche. Y, en el momento de decidir a donde ir, vos no opinas, porque para vos los boliches son cosas de antaño y de dinosaurios y entonces te sumas a una propuesta grupal de ir a un conocido boliche de la costanera norte. Tu nivel de alcohol es bajo muy bajo y entonces tratas de entusiasmarte con el del resto que, para el caso, es muy elevado. Llegas a la puerta y ves multitud reunida en torno a la puerta y hay viento y tenes frío y sabes que te la tenés que bancar porque ya estas ahi y tenés que formar parte de esa masa gritona para lograr a bailar unos reggaetones. Tus amigas y vos deciden sumergirse en el trajín pero se dan cuenta que no conocen ni a medio relaciones públicas y no son de esas que le hacen ojitos al patova para entrar; se dan cuenta que están fuera del circuito, fuera del sistema bolichero. Algunas de tus amigas se violentan, otras se enojan y se van, otras no entienden nada y vos, ahí paradita, decidís no abandonar el barco. Y le pones pilas, insistis, bardeas, jodes. Pero te das cuenta que es imposible, que si no conoces a Pepito Perez y no sos super glam no sos nadie y no vas a entrar al boliche bailable. Y en ese preciso instante te das cuenta que sinceramente te importa un carajo no entrar y agarras al resto y taxi! a un conocido local de comida rápida.

Nada mejor que una buena charla y  lluvia de papas con mucho ketchup y mayonesa para culminar la noche.

4 comentarios:

  1. Pasome algo muy parecido el último día sábado cuando ya en en buliche festejando el cumpleaños de un amigo a los 30´ ya nadie quería más nada y los que no se habían ido ya, preguntaban "....." (en realidad no los escuchaba pues la música y mi sordera no me lo permitían) pero su cabezazo en dirección a la puerta me indicaban que nos íbamos... mi pregunta es... donde está la joda para los que tenemos más de 23 ahora?? o ya somos viejos?

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  2. fiesta de papas con mucha sal

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