Parada en un bastidor rústicamente diseñado, un calor empieza a subir por las piernas, un corazón a latir cada vez más fuerte, un escalofrío a deslizarse por mis brazos, un aire a fluir cada vez más rápido.
Comprendo y experimento la misma sensación cada miércoles antes de comenzar una escena. Aunque trate de contener el aliento y calmar los nervios, es imposible frenar ese impulso involuntario que te sacude el cuerpo antes de salir al escenario. saludos!
Comprendo y experimento la misma sensación cada miércoles antes de comenzar una escena. Aunque trate de contener el aliento y calmar los nervios, es imposible frenar ese impulso involuntario que te sacude el cuerpo antes de salir al escenario. saludos!
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